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El organismo es un sistema de tránsito de las sustancias inorgánicas,
mientras en el ecosistema esas sustancias circulan entre los organismos
y el medio ambiente, por lo que se les denomina ciclos. Estos ciclos reciben
la denominación de biogeoquímicos, por pasar por los seres
vivos (bios = vida), el suelo (geo = tierra) y estar sujetos a reacciones
químicas con uso y liberación de energía.
En los ciclos biogeoquímicos se pueden reconocer dos partes o compartimientos:
la biótica y la abiótica.
· La parte biótica: Comprende
la inclusión de sustancias inorgánicas en el organismo y
la subsiguiente descomposición y remineralización. El intercambio
de elementos es rápido, pero la cantidad de sustancias inorgánicas
no es mayor. El organismo vivo toma elementos inorgánicos y al
morir y descomponerse éstos son devueltos al ambiente para ser
nuevamente aprovechados.
· La parte abiótica: El
medio contiene gran cantidad de sustancias inorgánicas, que se
descomponen con lentitud y están a disposición del organismo
en forma abundante y fácil (agua, dióxido de carbono, oxigeno)
o escasa y difícil (fósforo y nitrógeno, por ejemplo).
En el primer caso se trata de ciclos atmosféricos con grandes reservas
de materiales; en el segundo se trata de materiales sedimentarlos (fósforo,
hierro, azufre, magnesio, y elementos menores).
La deficiencia de alguno de estos elementos y sustancias en un ecosistema
puede producir serios problemas en el proceso de producción de
las plantas (producción primaria) y entre los consumidores (animales
y seres humanos). Por ejemplo, la deficiencia o falta de yodo en ciertas
zonas produce problemas como el bocio o coto en los seres humanos y problemas
en los animales, especialmente durante la época de gestación.
La producción agrícola, ganadera y forestal moderna se basa
en procesos de mejora de los ciclos biogeoquímicos de los nutrientes
para aumentar la producción por área. Estos procesos modernos
se basan en gran medida en la fertilización de los campos con fertilizantes
químicos, que añaden cantidades adicionales de los elementos
esenciales (nitrógeno, fósforo y potasio), además
de elementos menores como magnesio, bórax, y otros compuestos químicos.
En muchas partes los suelos son deficitarios en ciertos elementos. Los
casos más notables son la deficiencia del fósforo en los
suelos amazónicos, y la falta de nitrógeno en los suelos
muy húmedos o pantanosos.
Existen hoy técnicas de amplio uso para hacer el análisis
de los suelos y determinar las necesidades de elementos para una fertilización
adecuada y de acuerdo a los distintos tipos de cultivos, porque cada uno
de ellos tiene exigencias especiales.
A pesar de que todos los elementos constitutivos de los seres vivos tienen
ciclos, por su importancia explicaremos los ciclos biogeoquímicos
de¡ carbono, del nitrógeno, del fósforo, del potasio
y del cobre. El ciclo del agua, que es uno de los más importantes
para la naturaleza y los organismos, será expuesto en el capítulo
correspondiente al agua como recurso natural, porque forma parte del proceso
de renovación del recurso agua. |
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